La abuela, el tío y el perro.

Durante la segunda mitad del siglo XX, el llamado milagro de Taiwán, el rápido desarrollo industrial de la isla, dejó un profundo impacto en una sociedad muy diversa, predominantemente agrícola y fuertemente tradicional. El vertiginoso ritmo de las transformaciones exigió un alto nivel de adaptabilidad por parte de los taiwaneses. A pesar de la introducción de un sistema democrático durante la década de 1990, el desarrollo social era insuficiente ante el cambio económico desenfrenado y orientado al crecimiento. Aún hoy, las mentalidades tradicionales y las exigencias de supervivencia en una meritocracia chocan con la narrativa pública de un Taiwán moderno. Durante las transformaciones, la falta de solidaridad dejó a muchos marginados. En cambio, las exigencias de los valores tradicionales se sumaron a las presiones y las dificultades autoimpuestas.

En este contexto, Chang utiliza un documental expositivo que retrata parte de su propia historia familiar. Refleja biografías, fatídicamente individualizadas, de la historia social no contada de Taiwán. Con suaves secuencias fotográficas y una narrativa equilibrada y tierna, ofrece una profunda y emotiva mirada a la brutal soledad que caracteriza estas biografías. Un perro abandonado, un tío discapacitado y una abuela que lo hizo todo bien se convierten en símbolos de una sociedad que ha dejado atrás a mucha gente en su afán de libertad y prosperidad.