Spolia Haus
Tácticas para desaparecer
19-22.09.2024
Inauguración: 19.09.2024. 19:30h
Artistas: Analía Villanueva (arg) y Antone Israel (bel)
La muestra es un diálogo de dos artistas, quizás dos poetas con dos piezas independientes que comparten un mismo espacio, Spolia Haus, quizás ellos sin saberlo están espoliando un espacio nuevo del centro de Madrid.
Dos obras que nos hablan de memoria, de respirar, de entrar y salir, de vida y muerte.
Comenzamos con la obra La Carencia de Analía Villanueva. En esta instalación, la temporalidad, lo efímero y la desintegración se manifiestan a través de una serie de diapositivas que capturan instantes felices: vacaciones, cumpleaños, encuentros familiares, paisajes. Sin embargo, estas imágenes no pertenecen a ningún álbum familiar conocido, sino que son material encontrado, anónimo. El espectador se ve invitado a recorrer la obra, proyectándose en esas imágenes desconocidas pero íntimas a la vez.
La obra plantea un quiebre cuando estas imágenes, estáticas como recuerdos inmaculados, comienzan a desvanecerse orgánicamente frente a los ojos del espectador. Este proceso irreversible de destrucción convierte al espectador en testigo de un recuerdo que nunca más existirá de esa forma. Como menciona González Requena, «La distancia en tanto elemento constitutivo del espectáculo se nos revela como huella de una carencia… el espectador vive en forma presencial esa destrucción».
Las diapositivas recubiertas de plástico, asociadas con la imperturbabilidad del tiempo, dejan al descubierto el lugar para el olvido, planteando así una reflexión sobre la fragilidad de la memoria y la constancia. La Carencia nos lleva a cuestionar la posibilidad de reducir el tiempo y la memoria a una imagen estática, abriendo un diálogo sobre la imposibilidad de congelar el paso del tiempo.
Por otro lado, tenemos la obra Apnea de Antone Israel. En esta instalación de cine expandido, la figura del nadador emerge como intermediario entre lo visible y lo oculto. El ballet mecánico de la carga automática del proyector da consistencia a la imagen del nadador que recupera el aliento, sumergiéndose una y otra vez en el espacio fílmico que separa la visión de la ceguera. En este bucle sin puntada, Apnea nos invita a reflexionar sobre la relación entre la percepción y la realidad, explorando los límites de lo visible y lo invisible en el contexto del cine expandido.
Al confrontar estas dos obras en este espacio industrial, que a su vez contiene la memoria de Madrid, de un oficio ya desaparecido, de unas paredes que de por sí nos hablan, se establece un diálogo entre la fragilidad de la memoria, y la exploración de los límites de la percepción. Cada obra nos invita a reflexionar sobre la naturaleza efímera de la vida y la inevitable marcha del tiempo, explorando la belleza y la complejidad de lo que nos rodea.
Texto: Mario Gutiérrez Cru
The exhibition is a dialogue between two artists, perhaps two poets with two independent pieces that share the same space, Spolia Haus, perhaps they are unknowingly plundering a new space in the center of Madrid.
Two works that speak to us about memory, breathing, entering and leaving, life and death.
We begin with the work La Carencia by Analía Villanueva. In this installation, temporality, ephemerality and disintegration are manifested through a series of slides that capture happy moments: vacations, birthdays, family gatherings, landscapes. However, these images do not belong to any known family album, but are found, anonymous material. The viewer is invited to tour the work, projecting themselves into those unknown but intimate images at the same time.
The work poses a break when these images, static like immaculate memories, begin to fade organically in front of the viewer’s eyes. This irreversible process of destruction turns the viewer into a witness of a memory that will never exist in that form again. As González Requena mentions, «Distance as a constitutive element of the spectacle is revealed to us as a trace of a lack… the viewer experiences this destruction in person.»
The plastic-coated slides, associated with the imperturbability of time, reveal the place for oblivion, thus raising a reflection on the fragility of memory and constancy. Lack leads us to question the possibility of reducing time and memory to a static image, opening a dialogue about the impossibility of freezing the passage of time.
On the other hand, we have the work Apnea by Antone Israel. In this expanded cinema installation, the figure of the swimmer emerges as an intermediary between the visible and the hidden. The mechanical ballet of the automatic loading of the projector gives consistency to the image of the swimmer who catches his breath, immersing himself again and again in the filmic space that separates vision from blindness. In this loop without a stitch, Apnea invites us to reflect on the relationship between perception and reality, exploring the limits of the visible and the invisible in the context of expanded cinema.
By confronting these two works in this industrial space, which in turn contains the memory of Madrid, of a trade that has already disappeared, of walls that in themselves speak to us, a dialogue is established between the fragility of memory, and exploration. of the limits of perception. Each work invites us to reflect on the ephemeral nature of life and the inevitable march of time, exploring the beauty and complexity of what surrounds us.
Text: Mario Gutiérrez Cru