La alteración de la percepción es el resultado de causas muy diversas. ¿Cómo es la maquinaria cerebral que provoca el teatro de la mente? ¿como el cielo puede volverse infierno y viceversa?

«El córtex inferotemporal, donde según Oliver Sacks se alojan las imágenes visuales imaginarias, aloja fragmentos de nuestra fantasía pasajera, millones de ficciones codificadas en determinados grupos neuronales que desempeñan un papel clave en la conformación del yo y nuestro comportamiento dentro del mundo». Vemos con los ojos y, al mismo tiempo, con el cerebro. 

La alteración de las redes dopaminérgicas da lugar a engaños perceptivos. Estas experiencias no siempre implican una pérdida del juicio de la realidad, ni patología. Su origen puede derivarse del uso de sustancias psicoactivas, del mismo proceso del sueño, de la exposición a una estimulación eléctrica cortico-subcortical y a situaciones de aislamiento o deprivación sensorial. 

Estas condiciones han sido empleadas por distintas culturas como un medio para acceder a realidades desconocidas, por ejemplo en rituales religioso-chamánicos, experimentación científica y artística. 

Hoy en día la cibernética abre nuevos campos de experimentación conjugando diversas perspectivas, desde la química de seres biológicos hasta la simulación computarizada de entes cibernéticas y su coevolución con generaciones humanas en un futuro lejano. De este modo se pueden simular en tiempo real el cerebro de personas que padecen Parkinson, demencia, esquizofrenia, parálisis cerebral, autismo, etc.

En esta primera conferencia el foco de atención se centrará en la relación de este campo de conocimiento científico con la experiencia creativa y cómo a través de condiciones estimulares puede favorecerse/dificultarse.