MOHAMMAD ALFARAJ Heat

A visceral account of climate crisis in a region already inflicted by a harsh climate, Heat elides the present and the future to caution against complacency. Everyday scenes of shepherds and labourers are made alien through the technology and aesthetic of the thermal image. The narrative provides a new lens on current conditions, showing the hardships exacerbated by rising temperatures.

Beginning with contemporary realities, the film makes strange and urgent what has already started. The present response to this catastrophe exists in gentle symbiosis, planting more trees, whose purification of the air and shade alleviate the sting of the burning sun. Heat demonstrates the inadequacy of this approach. It suggests that survival will become a privilege, as many sleep during the day to escape the heat, the majority will work – a system grounded in the inequalities of today.

Images of dragonflies and warplanes imply existing misapplications of biomimicry and the film’s language shifts from a scientific or investigative vernacular, into a strange mode driven by visual associations. Though it always tracks from current conditions, moving progressively, suggesting chains of logic and causality, it descends into possibilities that seem impossible and dystopic. Attention is led towards the potentially inevitable consequences of the present. Using the strange visual logic of amalgamation, where two images or things are collapsed into a single being, we are taken to extreme and terrifying conclusions – witnessing children and animals burning, trees and human beings merged as one species.

This discordance seeks to shock, demanding new modes of resistance, whether through natural or artificial adaptability strategies. Bombarding the senses, Heat channels a crisis caused by an attitude of destruction over building, one that instills fear and doubt over trust and safety. As this issue becomes ever more radical, increasingly radical solutions will be demanded – even those that are currently unthinkable.

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Una descripción visceral de la crisis climática en una región ya infligida por un clima duro, Heat elude el presente y el futuro para prevenir la complacencia. Las escenas cotidianas de pastores y trabajadores se hacen extrañas a través de la tecnología y la estética de la imagen térmica. La narrativa proporciona una nueva lente sobre las condiciones actuales, mostrando las dificultades exacerbadas por el aumento de las temperaturas.

Comenzando con las realidades contemporáneas, la película hace extraño y urgente lo que ya comenzó. La respuesta actual a esta catástrofe existe en una simbiosis suave, plantando más árboles, cuya purificación del aire y la sombra alivia el aguijón del sol ardiente. El calor demuestra la insuficiencia de este enfoque. Sugiere que la supervivencia se convertirá en un privilegio, ya que muchos duermen durante el día para escapar del calor, la mayoría funcionará, un sistema basado en las desigualdades de hoy.

Las imágenes de libélulas y aviones de guerra implican las aplicaciones erróneas existentes de la biomimética y el lenguaje de la película cambia de una que es vernácula científica o de investigación a un modo extraño impulsado por asociaciones visuales. Aunque siempre sigue las condiciones actuales, se mueve progresivamente, sugiere cadenas de lógica y causalidad, desciende a posibilidades que parecen imposibles y distópicas. Se dirige la atención hacia las consecuencias potencialmente inevitables del presente. Usando la extraña lógica visual de la amalgamación, donde dos imágenes o cosas se colapsan en un solo ser, se nos lleva a conclusiones extremas y aterradoras: presenciar la quema de niños y animales, árboles y seres humanos fusionados como una sola especie.

Esta discordancia busca conmocionar, exigiendo nuevos modos de resistencia, ya sea a través de estrategias de adaptabilidad naturales o artificiales. Bombardeando los sentidos, Heat canaliza una crisis causada por una actitud de destrucción sobre la construcción, una que infunde miedo y dudas sobre la confianza y la seguridad. A medida que este problema se vuelve cada vez más radical, se exigirán soluciones cada vez más radicales, incluso aquellas que actualmente son impensables.

CREDIT/CAPTION:
Thermal imaging video, stereo sound
Courtesy of Athr
Commission by the Saudi Art Council