Lucas Dupuy (ing)
Lucas Dupuy nació en 1992 en Londres, donde actualmente vive y trabaja.
Las pinturas de Lucas Dupuy intentan encontrar una intersección entre el lenguaje y la forma. En sus obras hay una influencia de la naturaleza que contrasta con la arquitectura brutalista y los elementos formales. Hay una capa de ansiedad en la obra, ya sea reflejada en la composición, la tensión y el esfuerzo entre las marcas, o por la paleta de colores, que puede ser muy fantasmal e inquietante, en contraste con la más optimista y tranquila.
La preocupación por el tiempo y la memoria, la agencia de los minerales y los paisajes, y la forma en que todos nosotros «estamos atrapados en los ritmos, las pulsiones y los patrones de las fuerzas no humanas» es de esencial importancia para lo espeluznante en la obra de Dupuy, y su relación con lo «mágico-circunstancial». Más bien, en lugar de los misterios de las piedras antiguas, se nos ofrecen los restos fantasmales de las reliquias modernas, contrastando el animismo idílico de los paisajes rurales con un fatalismo urbano destripado».
Charlie Mills, 2022
Lucas Dupuy was born 1992 in London, where he currently lives and works.
Lucas Dupuy’s paintings attempt to find an intersection between language and form. There is an influence of Nature within the work which also contrasts heavily with Brutalist architecture and formal elements. There is a layer of anxiety within the work, whether it is reflected in the composition, the tension and strain between marks, or by the colour palette, that can be very ghostly and eerie, in contrast with the more optimistic and calmer.
‘The preoccupation with time and memory, the agency of minerals and landscapes, and the way that all of us “are caught up in the rhythms, pulsions and patternings of non-human forces” is of essential importance to the eeriness in Dupuy’s work, and its relationship to the “magical-circumstantial.” Rather, instead of the mysteries of ancient stones, we are provided with the phantom remains of modern relics—contrasting the idyllic animism of rural landscapes with a gutted urban fatalism.’
Charlie Mills, 2022
